Interesados por las luchas del área social, cuatro estudiantes de la terapia ocupacional de la Universidad Andrés Bello de Concepción, decidieron realizar su tesis de grado investigando el uso terapéutico del cannabis, enfrentando la paradoja de que a pesar del su alto poder medicinal, esta planta siga siendo perseguida y estigmatizada.

“La cannabis tiene muchos aspectos interesantes: es censurada por la industria farmacéutica y el sistema de salud actual, que no permiten la difusión del cannabis porque tiene mucho poder de sanación” señala Sofía Sepúlveda, una de las autoras de la tesis. “También, a través de su cultivo, genera un lazo de pertenencia a un grupo”, señala.

Para su investigación tomaron como principal referencia la experiencia de Andrea Bello, miembro de Mamá Cultiva en Concepción. “Nos llamó la atención el poder de sanación que produce el cannabis en las personas que lo utilizan: al cultivarla, ellos mismos generan una pertenencia hacia la planta que luego se transforma en una lucha colectiva, como sucede en el caso de Mamá Cultiva”, explica la hoy egresada.

Para el grupo de estudiantes, la experiencia de Mamá Cultiva reunía tres ejes fundamentales para el desarrollo de su tesis: tiene un historia en relación al cannabis, las madres se enfrentan a las enfermedades de sus hijas e hijos día a día, y finalmente, debido a la falta de una regulación clara, se ven obligadas a sortear las normativas estatales o de los grupos de poder.

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“La cannabis se oculta, se criminaliza y prohíbe para las personas de bajos recursos, porque si bien existen medicamentos (importados) en base a cannabis, estos son de altísimo costo por lo tanto solo pueden acceder a ellos personas con muchos recursos”, señala Sofía. “Lo importante de esta ocupación colectiva en el tema del cannabis medicinal, es el amor y el miedo como motores de lucha. Las madres de Mamá cultiva están en una constante lucha de vida o muerte con sus hijos. Cuando enfrentan la situación médica de sus hijos sienten miedo, pero lo enfrentan con amor, buscando otras alternativas a sus tratamientos; en este caso el cannabis”.

En su tesis, los recién egresados investigaron los mecanismos sociales que se ejercen para controlar el poder medicinal de la planta como, por ejemplo, los estigmas sociales que aún se asocian a su uso, catalogando de traficante a quienes consumen cannabis ya sea para fines medicinales o recreacionales.

“La idea de la tesis es apuntar a eliminar los estigmas que afectan al cannabis… Por ejemplo, gestionar que los profesionales de la salud de la Teletón conozcan los resultados favorables del uso del cannabis medicinal, en lugar de estar en contra sólo por prejuicios. La idea es que la satanización se extinga y abrir mentes para que se rompa el estigma social”, concluye Sofía.