Esta mañana la Directora del Instituto de Salud Pública (ISP), María Soledad Velásquez, se comprometió a solucionar con máxima prioridad la crítica situación que están viviendo miles de pacientes a lo largo de Chile, por la inminente interrupción en sus tratamientos médicos a causa del desabastecimiento provocado por la dilatada autorización de una nueva partida del medicamento nacional en base a cannabis.

Tras recibir a Fundación Daya y Fundación Mamá Cultiva, representadas por Ana María Gazmuri junto al médico Lukas Ursic; y Paulina Bobadilla, respectivamente. Junto al Municipio de Quilicura representado por la Directora del Departamento de Salud, Marcela Chacana, y el Director del COSAM, Horacio Véliz, la recién asumida nueva directora del ISP, se sensibilizó con la realidad de los 2.500 pacientes que se ven amenazados de quedar desprovistos de su tratamiento. Comentó no tener un conocimiento acabado del tema por lo reciente de su nombramiento.

“Esperamos que el ISP nos dé una respuesta favorable en el corto plazo, de dos a cinco días, pero, sin embargo, seguiremos el proceso de preparación de los recursos de protección de todas maneras, a la espera de la resolución de esta situación en los términos y los plazos que necesitamos”, dijo Gazmuri, directora ejecutiva de Fundación Daya, quien destacó la buena disposición del nuevo equipo a cargo de la dirección de este ente público.

En la reunión se destacó la importancia del autocultivo como un derecho legítimo de las personas, pero señalaron que ésta opción tardaría al menos cinco meses en proveer a los pacientes afectados los productos necesarios. Además, hubo pleno consenso entre las organizaciones y los representantes del ISP en la importancia de que los usuarios medicinales de Cannabis que no ejerzan este derecho contemplado en la ley 20.000, obtengan sus tratamientos en lugares autorizados, con su debida receta médica. Urge alejar a los pacientes del mercado negro del cannabis medicinal y la incertidumbre sanitaria que en ellos se genera.

El Dr. Ursic, de Fundación Daya, quien tiene incorporado Cannabiol en su práctica clínica, indicándolo a los pacientes que lo requieran, destacó los excelentes resultados que han tenido con este fitofármaco, permitiendo un gran alivio y sin los efectos adversos de los otros fármacos de uso común.

El derecho a la vida y a la salud de todos los usuarios de Cannabis Medicinal es un tema prioritario, comentó por su parte, la fundadora de Mamá Cultiva, Paulina Bobadilla, quien agradeció a la decenas de pacientes que llegaron a manifestarse a las afueras del ISP. “Levantemos la voz, porque somos la voz de quienes ya no están con nosotros. Unámonos y visibilicemos nuestro dolor”.

 

Manifestación pacífica en frontis ISP

Paralelamente a esta reunión, en los accesos del ISP, se realizó una manifestación destinada a hacer ver el malestar y preocupación de pacientes y usuarios ante la falta de Cannabiol para sus tratamientos, convocada por Fundación Daya, Mamá Cultiva, Tata Cultiva y Frente Amplio Cannábico.

Junto a ellas, se les unieron representantes del Partido Humanista, la Corporación Almannabis, la Fundación Cultiva Salud y la Unión Comunal de Juntas de Vecinos de Quilicura. Y, por supuesto, la infaltable presencia de pacientes organizados con una gran presencia de Daya Quilpué y familias de Mamá Cultiva Quilicura, además de decenas de pacientes que acudieron a la cita, sensibilizados por la eventual carencia de Cannabiol.

Además de las palabras de Ana María Gazmuri y Paulina Bobadilla, también se dirigió a los presentes Pedro Neira, de Tata Cultiva, quien destacó la urgencia que tienen los pacientes de la tercera edad para recibir un tratamiento como el del Cannabiol, que destaca por su efectividad y precio, comparado con medicamentos importados, que cuestan hasta 12 veces más.

También se hizo presente la directora de Salud de la Municipalidad de Quilicura, Marcela Chacana, quien destacó el hecho de que son cientos los pacientes de dicha comuna que han logrado alivio a través del uso medicinal del cannabis, especialmente con Cannabiol. Recordó que recientemente se lanzó el libro “Valientes”, donde justamente se reúnen 22 testimonios de usuarias que cuentan su experiencia.

Es de esperar que, tanto las gestiones directas con autoridades desde la sociedad civil, como la movilización pacífica y decidida de pacientes y familias, logren destrabar la autorización al fitofármaco porque el dolor no puede esperar.