El Guardián de la Salud, periódico que entrega a la comunidad información, prácticas y herramientas para la común búsqueda de la salud, entrevistó en profundidad a Ana María Gazmuri, directora ejecutiva de Fundación Daya. Ana María hace un recorrido desde cómo se gesta Fundación Daya hasta cuáles fueron sus motivaciones personales para dedicarse al trabajo activista del cannabis medicinal.

Una de las búsquedas de Fundación Daya es incidir y transformar la realidad generando alternativas terapéuticas no sólo con la planta, sino también cuestionando el modelo de salud  “el cómo entendemos la enfermedad y la salud. Cómo cuidamos la integralidad de un paciente. Cómo vemos al paciente como una persona integral y no como un conjunto de síntomas” expresa su directora.

El comienzo de Fundación Daya no fue fácil. La directora expresa que cuando comienza el trabajo de Daya, costó encontrar médicos idóneos. El prejuicio, el temor, el estigma era importante, significativo. “Partimos sin médicos, confiando en la justicia de nuestra causa, considerando que lo inmoral, realmente, era quedarse de brazos cruzados frente a  tanto sufrimiento. Eso se transformó en un imperativo ético y el impulso para mover montañas”.

“Cuando tenemos una planta que es capaz en sus diferentes derivados de reemplazar más de 40 medicamentos, bajar sustancialmente los gastos monetarios que se destinan a salud; cuando vemos que podemos bajar la muerte por sobredosis de analgésicos de origen opioide cuando incorporamos cannabis medicinal, todos estos datos son sumamente importantes e interesantes. Acaba de salir un estudio que muestra que el uso de cannabis medicinal mejora el desempeño cognitivo”.