TESTIMONIOS

Juan Carlos y su hijo Juan Carlos Jr.
Debido a la soberbia y la altanería con que se expresan ciertas cúpulas medicas con respecto al uso del Cannabis Medicinal o Terapéutico en mi país y teniendo claro que ellos no representan la totalidad de la opinión de los médicos que según ellos creen representar (más abajo justifico esto), además de ver que en forma artera atacan en forma desmedida a Fundación Daya y en especial a su fundadora Ana María Gazmuri, además de publicar juicios errados en desmedro de la Cannabis Medicinal e induciendo al público en general a creer en forma errónea que dicha planta es altamente peligrosa para consumo humano debo declarar y testimoniar lo siguiente:
Mi hijo Juan Carlos Jr. de apenas 12 años, sufre de esta maldita enfermedad llamada Epilepsia Refractaria de difícil manejo diagnosticada al año y dos meses de edad, después de una batería de exámenes para confirmar este diagnóstico, los médicos especialistas neurólogos indicaron la medicamentacion de antiepilépticos y otros tranquilizantes para comenzar a calmar las crisis convulsivas de Jr., nos paseamos por casi la totalidad de los antiepilépticos habidos y por haber en el mercado, llámese por vía oral, vía nasal y vía anal etc., sin conseguir resultados que pudieran evitar en su totalidad las descargas eléctricas cerebrales que sufría Jr. sin contar con el cocktail de benzodiacepinas que acompañaban a los antiepilépticos.
Sus convulsiones llegaban a 10 a 12 diarias con la certeza de que con cada descarga eléctrica perdíamos neuronas del cerebro de nuestro hijo y lo más terrible no poderlas recuperar jamás. Cabe mencionar el desgaste, la angustia, el dolor y la impotencia que sentíamos como padres y como familia en general al no poder ayudar y solo depender de estos fármacos que aparte de hacerlos dependientes a estos niños les causan daños colaterales, como el deterioro de su hígado, que como padres hay que estar alertas para evitar dañar este vital órgano que en un descuido puede originar la perdida de este con consecuencias ya conocidas. Pasamos muchos años en estos ir y venir, muchas veces no entendiendo el porqué del sufrimiento de nuestro hijo y muchas veces deseando poder conocer el tratamiento adecuado, para terminar de ver a nuestro hijo, sedado, adormilado, aletargado y cero conexión con la realidad, eso, es un dolor para los padres que no se pasa con nada. Pasaron los años, esperanzados, sin bajar los brazos y sentados frente al televisor vimos por primera vez con mi familia la posibilidad cierta de brindarle una mejor calidad de vida a nuestro querido Jr. Enfrente estaba Charlotte Fidgi diciéndonos que si ella sí, porque nuestro Jr. no?
Esto fue en Septiembre de 2014, que vimos el reportaje y comenzamos a indagar y averiguar del Aceite de Cannabis y en Febrero de 2015, comenzamos a suministrarle por vía oral el Aceite de Cannabis, nos sentíamos solos en esta aventura y supimos de Fundación Daya, quien nos acogió y nos orientó y lo más importante nos dio la tranquilidad para seguir con el tratamiento, conocimos a personas maravillosas como Ana María Gazmuri y a su esposo Nicolás Dormal y con el tiempo hemos conocido a otros integrantes de este hermosos grupo, personas maravillosas, con una compasión a toda prueba, que lo único que buscan es ayudar y aportar. Comenzamos lentamente a ver los cambios que se produjeron en Juan Carlos Jr. En un par de semanas comenzamos a ver su evolución por supuesto positiva, disminuyeron sus crisis epilépticas, hoy tiene cero convulsiones, su temblor en su cuerpo a comenzado a disminuir, su autismo está desapareciendo, está más tiempo conectado con la realidad, su sueño es más reparador, está más feliz, ha descubierto muchas cosas, como mirar las estrellas etc.
Ha sido un cambio rotundo en su calidad de vida y que decir de las nuestras como papas, a la fecha le hemos retirado medicamentos como el Clonazepam ya en forma definitiva y hemos comenzado a retirar en forma paulatina y programada el Ácido Valproico, lo más interesante de esto que lo hemos hecho en conjunto con su médico neurólogo tratante y eso es impagable que el medico de tu hijo te acompañe en este proceso, por eso afirmo que estas cúpulas medicas no representan el sentir de todos lo médicos, damos gracias a este neurólogo infantil que se la ha jugado por estos niños.
Cuando vemos que cúpulas médicas, autoridades a todo nivel, tienen una mirada sesgada, prohibicionista y opinan desde el desconocimiento, no queda otra cosa que alzar la voz y defender a quienes tanto hacen por la despenalización de la cannabis medicinal en Chile. Como papa me he transformado en un ferviente activista de la causa de despenalizar el autocultivo y ocupar todos los medios posibles para decir que la marihuana le cambio la vida a mi hijo y la de mi familia.
JUAN CARLOS LARA.
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