Ante un auditorio municipal de Rancagua repleto de vecinos, donde se realizó una ilustrativa charla sobre el cannabis medicinal, la directora ejecutiva de Fundación Daya, Ana María Gazmuri, respondió las graves e inexactas acusaciones emitidas por el director del Senda, Carlos Charme, en el sentido que esta Fundación buscaría “darle atribuciones mágicas” al uso del cannabis.
«Jamás, nunca, hemos dicho eso en Fundación Daya, y es aquí el reclamo a la falta de seriedad: siempre hemos hablado que esta es una terapia coadyuvante que apunta a mejorar la calidad de vida de los pacientes». Asimismo, durante la charla, Ana María Gazmuri añadió que “a la realidad de países que han regulado, a pesar del negacionismo del director del Senda, se suman nuevos países mes a mes. En esta lámina agregamos Francia esta semana. Las vías de acceso en algunos países y en la mayoría de los estados en Estados Unidos, incluyen el autocultivo”.
«Nos parece que de una autoridad de gobierno no corresponden este tipo de declaraciones que se burlan de la realidad de miles de pacientes chilenos y que los desacredite», expresó. Agregando que esta autoridad «desconoce lo que son las legislaciones internacionales y en Chile, la discusión sobre el peso de la evidencia en relación al uso medicinal del cannabis se zanjó en el año 2015».
En esta misma línea y explicando el sentido e historia de Fundación Daya, nuestra directora ejecutiva relató a la concurrencia que “en 2013 sintonizamos con cientos de familias, con hijos con epilepsia refractaria, abandonadas por el sistema, endeudadas por operaciones y tratamientos carísimos. Se creó comunidad junto a Mama Cultiva y el cannabis trajo alivio y calidad de vida a miles”. “De todo este mundo de pacientes pediátricos nació Mama Cultiva, hoy presente en toda América Latina, incluso en países que, a diferencia de Chile donde esta despenalizado, tienen legislaciones más duras. Las madres desafiaron el sistema, logrando incluso amparos para cultivar”. Añadió.
Durante la charla, Ana María Gazmuri abordó diversas materias relacionadas con esta milenaria planta. Entre ellas, los pilares fundamentales para el acceso democrático a su uso medicinal, el autocultivo, el cultivo comunitario y fitofármacos estandarizados.
La actividad desarrollada en conjunto con el Municipio de Rancagua, contó con la participación de cientos de vecinos e interesado en conocer más sobre los diversos usos terapéuticos que tiene el cannabis.
Tras la introducción realizada por el concejal Carlos Arellano, la directora ejecutiva de Fundación Daya hizo un repaso por la historia del uso de cannabis, que se remonta a miles de años atrás, cuando “los antiguos lo usaban para fibra, nutrición, medicina y en diversos rituales. Se referían a la planta como portadora de alegría y felicidad”, señaló.
Ante una atenta concurrencia, la charla abordó las nefastas consecuencias de las políticas prohibicionistas en torno al cannabis, como el surgimiento de un mercado ilegal, el tráfico, y la creación de focos de corrupción, que han derivado en un despilfarro de recursos públicos en persecución, criminalización de la población, aumento del consumo y atraso científico de su potencial terapéutico.
15 de julio
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