En 1999 el Instituto de Medicina de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos publicó la reseña más completa de la cannabis medicinal hasta ese entonces. Descubrieron que la cannabis no era una sustancia completamente benigna; es una poderosa droga con una variedad de efectos.

Sin embargo, exceptuando el daño asociado con el humo al fumar cannabis, los efectos adversos están dentro de los rangos tolerables para otras medicinas. Por lo tanto, los problemas de seguridad asociados con la cannabis no impiden algunos usos en el ámbito médico.

La cannabis es una medicina no tóxica y no letal. Los investigadores no han logrado encontrar una dosis letal de cannabis y han encontrado que se requieren grandes dosis para producir toxicidad y muerte en animales, tan altas que sería casi imposible para un humano consumir cantidades similares, ya sea a través de la ingestión o por inhalación.

 

doctorEfectos adversos

Los usuarios de cannabis medicinal experimentan más efectos adversos que aquellos pacientes que reciben un placebo. De acuerdo a una reciente reseña publicada en el Journal of the American Medical Association,  los efectos secundarios más comunes son mareo, sequedad de la boca, náuseas, fatiga, somnolencia, euforia (excitación y felicidad), depresión, vómito, diarrea, desorientación, ansiedad, confusión, desequilibrio, alucinación y paranoia. Extrañamente, esa reseña no menciona el efecto negativo sobre la memoria a corto plazo, un efecto secundario (a veces adverso, a veces beneficioso) comúnmente informado por nuestros pacientes.

Te puedes dar cuenta que muchos de los efectos secundarios mencionados son los mismos que los síntomas que se sabe que la cannabis pueda aliviar. Este interesante fenómeno, conocido como efectos bidireccionales, está relacionado con la función del sistema endocanabinoide (SEC). Para que el SEC sea capaz de mantener el balance celular, tiene la capacidad de influenciar la fisiología  en direcciones opuestas. Por ejemplo, si hay demasiada actividad cerebral, los cannabinoides la pueden disminuir, pero si no hay suficiente los cannabinoides la pueden incrementar. Al sobrestimular el SEC, los pacientes pueden accidentalmente gatillar o empeorar los mismos síntomas que la cannabis alivia cuando es usada correctamente.

La cannabis puede temporalmente incrementar el ritmo cardíaco y disminuir la presión sanguínea. Para la mayoría de los pacientes, estos efectos son leves y tolerables. En pacientes que padecen enfermedad cardiovascular severa (por ejemplo, no poder subir las escaleras), estos efectos secundarios podrían ser dañinos. Por otra parte, dosis extraordinariamente bajas de canabinoides protegen al corazón de daños durante un infarto.

 

Las investigaciones han demostrado que los efectos adversos son más comunes en consumidores nuevos, bajo condiciones estresantes y después de haber consumido grandes dosis de cannabis. Mis colegas y yo hemos hallado que casi todos los efectos secundarios del cannabis están relacionados al uso de dosis excesivas y menos comúnmente con la variedad de la planta y el método de consumo incorrectos. Hemos desarrollado soluciones efectivas para ayudar a los pacientes a evitar y resolver cualquier efecto no deseado que estén experimentando.

 

Dependencia y adicción

Se ha demostrado que el uso ilícito del cannabis causa dependencia, pero es probable que el uso médico no conlleve al mismo riesgo. Aún así el porcentaje de dependencia es moderado con un 9% de usuarios que desarrollan dependencia, comparados con el 15% o 32% del alcohol y nicotina, respectivamente. El potencial adictivo de la cannabis es probablemente comparable al de la cafeína. El uso de la cannabis también puede producir síntomas de abstinencia cuando su consumo se detiene bruscamente, incluyendo ira, agresión, apetito disminuido, ansiedad, inquietud y dificultades para dormir, incluyendo sueños extraños. Estos síntomas se presentan 1 a 2 días después de la suspensión de la cannabis y desaparecen en 1 a 2 semanas. La mayoría de los pacientes comparan los efectos de abstinencia del cannabis con la de la cafeína.

Si quieres saber si tienes una dependencia u adicción a la cannabis, hazte estas preguntas. ¿El uso de cannabis está afectando negativamente tu vida social, profesional o recreacional? ¿El uso del cannabis interfiere con tus obligaciones? ¿Consumes tanta cannabis que ésta afecta tu capacidad cognitiva o coordinación muscular y afecta tu funcionamiento? ¿Continúas usando cannabis aunque sabes que ésta afecta tu funcionamiento? ¿Continúas usando cannabis aunque sabes que empeora un problema físico o psicológico?

 

Cannabis y conducción

Ya que la cannabis puede afectar el tiempo de reacción y esto llevar a un accidente, recomiendo que los pacientes eviten conducir u operar otra maquinaria bajo los efectos de la cannabis, hasta que se encuentre seguro de su respuesta a una dosis o preparación particular. A diferencia del alcohol, las personas que están bajo los efectos de la cannabis generalmente están conscientes de estos efectos, por lo tanto pueden utilizar su sano juicio y evitar conducir. No existen pruebas estándares de orina, aliento o de sangre que puedan determinar la intoxicación por cannabis, pero un oficial de policía puede realizar pruebas in situ para determinar si la persona está bajo los efectos del cannabis.

 

 

Efectos psicológicos secundarios de largo plazo

Se ha realizado poca investigación sobre los efectos secundarios a largo plazo del consumo de la cannabis. Nuestra experiencia clínica tampoco ha podido demostrar efectos negativos de largo plazo cuando la cannabis se usa correctamente. Estudios han demostrado que la cannabis no causa daño cognitivo duradero en adultos – mediciones de la función cognitiva regresan a la normalidad un mes después de la suspensión. Se ha demostrado que la cannabis puede aliviar los síntomas del desorden bipolar así como también aumentar el riesgo de desarrollar manía bipolar – la dosis y la selección de la variedad de cannabis son los factores claves en este efecto bidireccional. Existe poca evidencia que el uso de cannabis este asociado con psicosis (pero no es causante de); la incidencia es muy baja: 1 caso en 2,800 entre usuarios habituales, usando un grupo de hombres entre 20-24 años (grupo riesgo más alto), y solo 1 caso en 10,000 entre usuarios moderados del mismo grupo etario. Nuevamente, esta información enfatiza la importancia de encontrar la dosis óptima.

 

Sobredosis de cannabis

Los efectos adversos más comunes registrados en nuestra clínica están relacionados con los comestibles de cannabis. Si accidentalmente ingieres una sobredosis de cannabis no debes preocuparte – incluso dosis extremadamente altas de cannabis no producen daño cerebral, daño a órganos u otro tipo de toxicidad física. Aunque podría causar delirio y alucinación, las que pueden resultar muy desagradables. Recuerda que estos efectos son pasajeros; generalmente duran entre 4-24 horas. Si te encuentras en esta incómoda situación, la mejor estrategia es buscar un lugar tranquilo o usar un antídoto como una fruta cítrica (especialmente la piel o pulpa) y cannabis alta en CBD.

Fuente: Healer.com 2016

Traducido por: Logo Daya (2)