Como Fundación Daya, lamentamos los dichos del Ministro Jaime Mañalich sobre la legalidad del autocultivo recreativo de cannabis y la supuesta ilegalidad del autocultivo para uso medicinal, con su respectiva receta médica. Esta afirmación se aleja de la realidad y contraviene la letra misma de la Ley 20.000, la cual en sus artículos 4, 8 y 50 establece que el cultivo y el uso del cannabis no están sujetos a persecución penal cuando están destinados al uso personal exclusivo y próximo en el tiempo, pero podría ser sancionado como una falta según señala el artículo 50 de la misma ley. En dicho artículo, se lee con claridad: “Se entenderá justificado el uso, consumo, porte o tenencia de alguna de dichas sustancias para la atención de un tratamiento médico”, quedando así excluido este uso también de la categoría de falta. Es decir, el uso, consumo o porte de cannabis para un tratamiento médico no constituye delito ni falta.

Los fallos de la Corte Suprema, así como de otros tribunales, consideran lícito el autocultivo cuando se trata de un tratamiento médico. Por otra parte, las prescripciones médicas de los usuarios de cannabis medicinal han sido un importante elemento a la hora de demostrar dicho uso terapéutico ante los tribunales.

En relación a la nota publicada en el diario El Mercurio el 15 de Septiembre sobre terapias y tratamientos en base al uso medicinal del cannabis se hace necesario aclarar imprecisiones y contextualizar mejor la información que reflejó una mirada parcial del medio de comunicación.

Sabemos que este es tema controversial, frente al cual no existe pleno consenso científico, pero sí un creciente cuerpo de evidencia y experiencia clínica que ha llevado a que 34 estados de EE.UU y más de 40 países, entre ellos Francia, Inglaterra, Alemania, Dinamarca, Australia, Israel, Filipinas, Canadá y Sudáfrica, regulen su uso. En Latinoamérica lo han hecho Argentina, Perú, Paraguay, Uruguay, México, Colombia, Puerto Rico y Chile.

Fundación Daya es una organización sin fines de lucro cuya misión es abrir caminos de alivio para quienes lo necesiten, para lo cual cuenta con un equipo multidisciplinario de profesionales y especialistas. Estamos comprometidos con la humanización del vínculo terapéutico, brindando dignidad y verdadero acompañamiento a los pacientes por parte de nuestros médicos y terapeutas. Con más de seis años de trabajo en investigación y con la experiencia de haber atendido más de 35.000 pacientes, somos la organización con la mayor base clínica de la región, lo que se ha reflejado en el diseño de estudios clínicos. Nuestro amplia visión del desarrollo del uso del cannabis medicinal nos ha llevado a continuar con la investigación y presentar tres estudios observacionales en pacientes chilenos en importantes congresos internacionales de neurología y epilepsia, en Praga, Barcelona y Tokio, publicados en revistas científicas como “Epilepsia” y “Neurological Sciences”. Nuestra aspiración es seguir generando evidencia de calidad, con el fin de continuar sustentando una práctica clínica segura, que tenga cada día mayor validación en el mundo científico y clínico, pero, sobre todo, mayor eficacia y alcance para los pacientes.

En este contexto, en relación al contenido del reportaje, el que no expone ninguno de los miles de casos clínicos exitosos del uso medicinal de cannabis, precisamos que:

  • Fundación Daya no comercializa productos en base a cannabis, y advierte a sus pacientes de los riesgos sanitarios de proveerse en la vasta oferta del mercado negro. De acuerdo a la necesidad y la particular realidad de cada paciente, se recomienda el autocultivo de cepas específicas según patologías (despenalizado en Chile), o se prescriben fármacos de cannabis autorizados por el Instituto de Salud Pública (ISP).
  • Fundación Daya no se referirá a supuestas denuncias de pacientes “anónimos”, ya que, de haber sido ciertas las experiencias que por interpósitas personas señalan, su deber, contraído al firmar el consentimiento informado en la primera consulta, es reportar inmediatamente cualquier efecto adverso al médico tratante de la fundación, cosa que en tres de los casos señalados no ocurrió. En el cuarto caso, en el que sí se identifica al paciente, actuaron correctamente al informar al tratante, quien indicó suspender su uso, como se hace con cualquier fármaco que sea mal tolerado.
  • Los posibles efectos adversos del uso medicinal del cannabis son leves, dosis dependientes y de riesgo moderado, al compararse con los de muchos fármacos convencionales y desaparecen al descontinuar su uso; su perfil de seguridad es elevado, no existiendo riesgos de muerte por sobredosis. Prueba de ello es que después de 20 meses de farmacovigilancia activa, los 2.500 pacientes autorizados por el ISP para usar el fármaco chileno de cannabis, no se han reportado efectos adversos severos, y sí una gran adherencia al tratamiento y satisfacción tanto de los pacientes como de sus médicos tratantes.
  • Los protocolos de dosificación de Fundación Daya parten de dosis mínimas, entre 1 y 2 mg tanto de THC como de CBD, buscando la mínima dosis terapéutica efectiva a través de un procedimiento llamado “Titulación”. Jamás se indica iniciar un tratamiento con dosis más elevadas. Las concentraciones de cannabinoides en los preparados artesanales que realizan los pacientes, son conocidas por los médicos tratantes, ya que se realizan análisis de laboratorio, apoyados por universidades con las que tenemos convenios de colaboración.
  • Dentro de los formatos de uso que nuestros médicos prescriben a los pacientes está excluido el uso fumado, tanto en pacientes pediátricos como adultos. Es más, se desaconseja el acto de fumar y se aconseja el acto de vaporizar, que permite obtener todos los beneficios de la terapia sin los efectos nocivos de la combustión.
  • En el caso de la epilepsia refractaria (aquella que no responde a tratamiento con dos fármacos antiepilépticos, en monoterapia y/o bi-terapia, correctamente indicados y adecuadamente tolerados para alcanzar un control de crisis), todos los tratamientos pueden, eventualmente, ser proconvulsivantes, y el cannabis, en tasas bajísimas, no es la excepción. En nuestra experiencia clínica vemos una significativa mejoría en la frecuencia de crisis en 54.8% de los pacientes, y adicionalmente un 12.9% libre de crisis, lo que vuelve a las formulaciones en base a cannabis en una más que interesante alternativa terapéutica para esta comunidad de pacientes, que en Chile asciende a 37.000 personas.
  • En el área de salud mental, sí existen usos médicos del cannabis y los cannabinoides, principalmente basados en formulaciones altas en CBD por su efecto ansiolítico y antipsicótico, y en formulaciones con THC como antidepresivo y regulador del ánimo.
  • En Chile, tras una mesa de trabajo del Minsal y otra del ISP, se legalizó el uso medicinal del cannabis el año 2015 mediante el Decreto 84, permitiendo así la posibilidad de que fármacos en base a cannabis sean expendidos por laboratorios y farmacias. También reafirma el derecho de los médicos tratantes a prescribir cannabis y sus derivados, posibilidad ya contemplada en el artículo 6 de la ley 20.000.
  • Respecto al potencial antitumoral del THC, jamás es recomendado para esta indicación, sino como tratamiento coadyuvante en pacientes oncológicos, para manejo de efectos adversos de tratamientos antineoplásicos. Cuando se consulta sobre el uso como antitumoral, se explica claramente que dicha acción se encuentra en niveles avanzados de investigación preclínica y recién se están iniciando estudios en humanos.
  • Existe en Chile acceso a gran cantidad de variedades de cannabis con todo el abanico de ratios (proporciones) entre THC y CBD, las que logran cierto grado de estandarización, por lo cual en el uso terapéutico se priorizan aquellas variedades altas en CBD o equilibradas. Son éstas con las que inician sus tratamientos la mayoría de los pacientes, con nulo o mínimo efecto psicoactivo.

Lo que se necesita en Chile para seguir avanzando a paso firme en el uso medicinal del cannabis es información y educación, tanto orientada a la comunidad médica como a la población general. Comprometidos con lo anterior, Fundación Daya realizará el día 12 de octubre, el Simposio de Cannabis Medicinal como parte de la quinta versión del Seminario Internacional de Cannabis Medicinal de Santiago. Este encuentro contará con 19 expositores nacionales e internacionales del área médica, científica y farmacológica con vasta experiencia en la investigación y aplicación clínica del cannabis. Los puntos expuestos en esta declaración serán ampliamente analizados en dicha actividad. Desde ya dejamos invitados a todas las autoridades correspondientes a participar de este congreso y a conocer el conocimiento actualizado sobre el uso de cannabis y cannabinoides para el tratamiento de diversas patologías. 

Santiago, 16 de Septiembre de 2019