En respuesta a una carta firmada por sociedades médicas, titulada «¿Marihuana Medicinal?» publicada en El Mercurio el día viernes 9 de febrero, Paulina Bobadilla, presidenta de Mamá Cultiva, envió una respuesta al diario aclarando ciertos puntos, en particular cuando hablan de los daños que produce el consumo de cannabis medicinal.

Si bien el diario da tribuna a la carta escrita por los cuatro doctores, no publica la respuesta de Paulina. A continuación su declaración.

Sr director 

Como fundación de Madres cultivadoras de Cannabis desde ya hace cinco años, podemos decir que hemos pedido en reiteradas oportunidades apoyo al gobierno de turno y a las sociedades médicas, quienes han hecho oídos sordos a nuestro sufrimiento y el de nuestros hijos.

La planta que crece en el patio de nuestro jardín SI es medicinal, una planta que nos entrega calidad de vida, la que buscamos durante años de tratamientos costosos para tratar la epilepsia refractaria de nuestros niños, entre otras patologías.  Los tratamientos médicos alópatas no han sido efectivos en el tratamiento de la epilepsia refractaria, además nos han dejado en la más profunda miseria y sin esperanzas. Buscamos a los mejores profesionales para aliviar las diferentes patologías y no tuvimos respuesta.

En este camino, nos vimos obligadas a probar con el uso de cannabis medicinal, teniendo así maravillosos y sorprendentes resultados desde el primer día de uso.  Las vidas de muchas familias cambiaron gracias a los preparados artesanales de medicina en base a cannabis. Es gracias a estos preparados que los niños tratados pueden disminuir sus crisis convulsivas, bajar irritabilidad, estar más conectados con el medio que los rodea, y en general tener una mejora significativa en su calidad de vida. Existen exámenes médicos realizados que nos avalan, tanto en el sistema público como en el privado.

Las sociedades médicas solo velan por sus intereses económicos, y ven como una amenaza el uso de esta medicina. Al existir una evidente mejoría en la salud de nuestros hijos, dejamos de ir a sus consultas, disminuyeron hospitalizaciones, bajamos y en algunos casos eliminamos por completo los costosos medicamentos.

Agradecemos el coraje de miles de familias a nivel nacional por seguir en esta lucha y no daremos un paso atrás ya que Cannabis ha sido nuestra mejor y más efectiva medicina. El acceso a ella debe ser democrático ya que la mayoría de las familias no podemos pagar los altos costos de los medicamentos en base a la planta autorizados por el Estado de Chile. El cannabis medicinal tiene que estar al alcance de todo aquel que desee usarla, es un derecho fundamental: el derecho a la salud.

 

Atte  

Paulina Bobadilla