Con una gran asistencia de público se llevó a cabo el Segundo Seminario Internacional de Cannabis Medicinal de Santiago, organizado por Fundación Daya y Fundación MamáCultiva, el que se realizó los días 9 y 10 de diciembre en el Salón de Honor del Ex Congreso Nacional.
Patrocinado por el Ministerio de Salud, el Colegio Médico de Chile, el Colegio de Químicos Farmacéuticos y Bioquímicos de Chile, además de la Universidad de Valparaíso y la Universidad de la Frontera, el Seminario contó con la participación de seis expositores internacionales y siete nacionales.
La primera jornada comenzó con la intervención de la Directora Ejecutiva de Fundación Daya, Ana María Gazmuri, quien exhortó a la clase política del país, pues, a pesar de estar todos invitados, ningún parlamentario chileno asistió y sólo tres de ellos se disculparon. “Estas alternativas deben ser valoradas más que nunca. Ellos son los que votan y si no están educados e informados, ¿cómo van a votar?” exclamó Gazmuri, valorando la presencia de los diputados bolivianos Patricia Chávez, Presidenta de la Comisión de Educación y Salud; el Diputado Claudio Justiniano y la Diputada Brígida Quiroga, además de la asistencia de Carolina Gaillard de Argentina, Diputada y Presidenta de la Comisión de Salud y Acción Social.
Luego de Ana María Gazmuri fue la misma diputada Brígida Quiroga quien tomó la palabra, agradeciendo la instancia e indicando que “los parlamentarios bolivianos viajamos a Chile a aprender, y así poder legislar de manera informada”. Además, Quiroga indicó que “en Bolivia la planta está satanizada y no hay avances en cannabis medicinal, pero voy a seguir luchando por esta ley, pues es un tema de Derechos Humanos y hay que liberar el cannabis”, expuso.
En la misma línea, la Diputada y Presidenta de la Comisión de Educación y Salud de Argentina, Carolina Gaillard, señaló que “el Estado debe estar para proteger y no para reprimir, y el uso medicinal de cannabis es un asunto importante para los Derechos Humanos”. La parlamentaria trasandina agregó que “la legislación debe estar centrada en la buena convivencia de las personas y no para reprimir”.
Exposiciones viernes 9 de noviembre
La primera presentación, luego de las intervenciones de Gazmuri, Quiroga y Gaillard, fue el neurólogo e investigador en psicofarmacología estadounidense, el doctor Ethan Russo, quien presentó sobre el potencial terapéutico del cannabis como terapia.
Russo es ex asesor médico de GW Pharmaceuticals, laboratorio desarrollador de medicamentos en base a cannabis, y además participó en tres estudios clínicos Fase III para la aprobación de Sativex, utilizado para el tratamiento de esclerosis múltiple.
“Hay más de 100 cannabinoides y sólo se han estudiado 12”, indicó Russo en su presentación, instancia en la que sostuvo que de esos 12 cannabinoides, el THC es el más estudiado, que fue aislado en 1964 para ser investigado gracias al químico israelí, considerado padre de la terapia en base a cannabis, Raphael Mechoulam. Gracias a los estudios de Mechoulam, el doctor Russo aseguró que “el THC tiene propiedades analgésicas, antinflamatorias y antioxidantes, y además, es 20 veces más poderoso que la aspirina”.
El doctor Ethan Russo fue enfático en señalar que el fumar es el método más común, pero no se aproxima a la eficacia que puede entregar el cannabis medicinal, ya que intoxica y no es recomendado. Además, recalcó que un medicamento debe tener cuatro pilares: eficacia, seguridad, estándar y acceso. “Del acceso no se habla mucho, y un medicamento que es demasiado caro no sirve”.
El cannabis, señaló Russo, tiene un potencial médico comprobado. “El cannabis puede ser un fármaco aprobado y útil para medicina mundial, porque modula el sistema endocannabinoide y modifica con eficacia el estilo de vida; sólo el tiempo y el método científico pueden explicar el nuevo paradigma de una planta sanadora”.
Luego del doctor Russo fue el turno del doctor Dustin Sulak, médico osteópata estadounidense, especialista en cannabis medicinal, quien es fundador de Integr8 Health, clínica de salud integral donde tratan a más de 18 mil pacientes con cannabis medicinal.
Sulak expresó que en su clínica no sólo trata resfríos, sino también enfermedades refractarias. “Es una gran satisfacción estar en este campo, ya que el cannabis tiene un potencial médico comprobado”, aseguró, agregando que el cannabis “es una medicina muy segura y ayuda a tratar dolores crónicos, por lo que la medicina tradicional debe estar abierta a nuevos paradigmas e investigaciones”.
“La psicoactividad tiene una importante acción terapéutica sobre el estrés y el dolor aun cuando pasa su efecto. Existe una conexión con lo que el paciente aprende de sí mismo y esto queda para siempre”, esgrimió el estadounidense.
La jornada continuó con la presentación de Mara Gordon, Ingeniera en Procesos de Estados Unidos y fundadora de Aunt Zelda’s en San Francisco, quien aclaró que el cannabis no es una panacea ni lo resuelve todo, pero sin duda es una gran herramienta terapéutica. “Hay más de 50 enfermedades aprobadas para el tratamiento con cannabis”, aseguró.
Cuando comenzó a involucrarse con el cannabis, Gordon recibió 56 gramos de flores, las que molió y puso en sartén con algo de aceite. “No había laboratorios, pero sabía cuánta cantidad estaba tomando, y ese fue el primer experimento de Aunt Zelda’s”. Así nació la idea de este centro que busca introducir y empoderar a los profesionales de la salud a la terapia en base a cannabis.
“Las pruebas clínicas son caras” aseguró Gordon, quien sostuvo que “necesitamos comités éticos, profesionales sin sesgo y pacientes que cumplan con los requisitos”.
Además, Gordon señaló que la terapia en base a cannabis “es muy cara, pero debemos luchar para que esté al acceso de todos, sin imponer nuestras ideas. Tenemos muchos desafíos y debemos mantenernos independientes. Estamos preocupados de los pacientes y en cómo esta medicina les puede ayudar, no en cuánto pagarán. Hay personas que pagan un montón por medicamentos tradicionales y, muchas veces, sin una necesidad real”.
Después de Mara Gordon, quien presentó fue el doctor Patricio Moyano, médico cirujano y Director del Servicio Médico Legal de Arica, el que tituló su presentación “Los espejismos de la terapéutica alopática”. “La ciencia oficial se basa en supuestos y luego se convierten en ley, por lo que hay que investigar todo lo posible y no quedarse con lo que te dicen”, señaló el doctor Moyano en su presentación. “Debemos salir del actual paradigma y colocar el cannabis al servicio del arsenal terapéutico”, agregó el ariqueño quien, además, recalcó que la técnica no se ha puesto al servicio del hombre y se ha encargado en degenerar a la naturaleza. “El hombre quiere ser más inteligente que las plantas”, esgrimió.
La que siguió con la jornada fue la doctora Constanza Urízar, Médico-Cirujana de la Universidad de Antofagasta y médico de Fundación Daya Calama, quien presentó su ponencia “Reflexiones de un médico general transitando el sendero del cannabis”. En su intervención explicó la diferencia que existe entre la medicina tradicional y la terapia en base a cannabis, asegurando que esta última «pretende llegar al paciente y que él entienda por qué es buena para él, a diferencia de la medicina tradicional que sólo te indica qué medicamento tomar, sin preocuparse de que el paciente entienda sus componentes”.
La dinámica de la terapia en base a cannabis, según la doctora Urízar, “es muy linda de observar, ya que vemos cómo la familia se une a través de la planta, vemos nietos otorgándole esta terapia a sus abuelos o a sus padres; las generaciones se unen”. Con respecto al trabajo que ha hecho Fundación Daya Calama, Urízar considera que “los talleres de autocultivo, son un aprendizaje en conjunto, en comunidad; no debemos criminalizar a los pacientes que utilizan terapia en base a cannabis, todo lo contrario, ya que nuestro deber es acompañarlos”, aseguró.
La jornada del viernes 9 de diciembre culminó con una presentación del Químico-Farmacéutico Héctor Rojas, Director Técnico de Knop Laboratorios, quien cuenta con más de 16 años de experiencia en el cargo, lo que lo llevó a ser parte del equipo para la investigación y desarrollo del primer fitofármaco en base a cannabis en Chile, proyecto realizado con Fundación Daya y la Ilustre Municipalidad de La Florida. La presentación de Rojas fue, precisamente, “Investigación y Desarrollo de un Fitofármaco en base a Cannabis”.
Luego de Rojas, cerró Mara Gordon con una segunda presentación.
Segunda jornada
El doctor Dustin Sulak, Mara Gordon y el doctor Ethan Russo, dieron inicio a la jornada del sábado 10 de diciembre, día internacional de los Derechos Humanos, respondiendo preguntas de los asistentes para luego dar paso a la presentación de Dra. Cristina Sánchez.
Cristina Sánchez, doctora en Bioquímica y licenciada en Biología Molecular de la Universidad Complutense de Madrid, expuso sobre el potencial antitumoral de los cannabinoides. “Los receptores del sistema endocannabinoide están en todas partes en el sistema nervioso central, en el sistema cardiovascular o en la piel”, aseguró. Además, indicó que el cannabis es seguro, “no produce muertes, ni intoxicaciones graves”. La doctora Sánchez sostuvo que “la psicoactividad del THC, es manejable y gestionable”.
“El extracto completo de la planta es tan eficaz como el tratamiento de quimioterapia utilizado en pre-clínica, porque los cannabinoides tienen un efecto anti proliferativo de las células tumorales”, señaló, lo que fue aplaudido por los asistentes. “El THC no afecta la viabilidad de células no tumorales y no producen signos de toxicidad”, indicó. Al igual que Mara Gordon, la doctora Cristina Sánchez expresó que se necesitan más estudios clínicos, pero mientras tanto “debemos estudiar experiencias clínicas donde las haya”.
Con respecto a los efectos secundarios del cannabis, la doctora Sánchez explicó que debe existir un balance entre los efectos secundarios y los beneficios, tanto conocidos como potenciales.
Continuando la jornada, fue el turno de la Directora de Investigación y Estudios Clínicos de Fundación Daya, la doctora Gisela Kuester, Neuróloga especialista en epilepsia, electroencefalografía y neurofisiología. En el Segundo Seminario Internacional de Cannabis Medicinal de Santiago presentó sobre “Cannabis medicinal en epilepsia refractaria y trastorno del espectro autista: experiencia clínica en Chile”.
El primer caso clínico que presentó la doctora Kuester fue de un paciente de seis años, sexo masculino con un Trastorno de Espectro Autista de causa no conocida, tratado con risperidona que lo tenía muy enlentecido.
El paciente inició tratamiento con resina de cannabis hace siete meses, con un grano de arroz cada 12 horas, y ahora “tiene menos pataletas y está menos agresivo”. Kuester indicó que el paciente “dejó de sacarse el pelo y antes del tratamiento con cannabis estaba todo el día con mamadera, mientras que ahora toma en vaso”.
Siguiendo con el caso, la doctora Kuester sostuvo que “casi come solo y antes había que darle la comida, y ahora quiere probar otros alimentos que antes rechazaba”. Su informe escolar describió “un progreso importante y mejoría en la sociabilización”, aseguró la Directora de Investigación y Estudios Clínicos de Daya.
En el Trastorno del Espectro Autista (TEA), indica la Dra. Kuester, hay elevados niveles de citoquinas pro inflamatorias. “Los endocannabinoides inhiben estas citoquinas vía CB2 y el CB2 está siendo investigado como potencial blanco para la terapia del TAE”. Con respecto a la discusión del THC y su psicoactividad explicó que “no debemos asustarnos con el THC en niños cuando el CBD no funciona, ya que la mayoría responde mejor con presencia de THC”.
Con respecto a los desafíos frente al tema medicinal del cannabis, la doctora Kuester expresó que “hay que desafiar creencias. Hay quienes piensan que se ha descubierto todo y no es así. Esperamos que los profesionales de la salud se sumen a esta terapia, pero sin autoritarismos”.
Luego del almuerzo, el encargado de presentar fue el doctor mexicano Juan Ignacio Romero, Psiquiatra especialista en el tratamiento del dolor, quien introdujo la morfina a México en 1988. El doctor Romero se desempeña como Jefe de la Clínica del dolor y cuidados paliativos en el Hospital General de Querétaro y con más de 20 años de experiencia en el uso de cannabis para el alivio del dolor. Su ponencia se tituló “34 años de acompañamiento y el paciente tiene la razón”.
“La ausencia del cannabis es un problema de salud pública. La lucha por su legalización no nos tiene que detener. Debemos hablar con una base científica, o si no, vamos a equivocarnos”, indicó en su presentación. Si bien señaló que nunca ha consumido cannabis, nunca se ha opuesto a su uso: “tuve que romper un protocolo médico, pues los pacientes no tenían calidad de vida y el cannabis se los otorgaba”.
Casos clínicos
Posterior a las presentaciones, se realizó un encuentro entre pacientes y médicos de Fundación Daya. Quienes expusieron fueron el doctor Diego Cruz y el doctor Diego Lagos, bajo la ponencia “caminando juntos hacia una mejor calidad de vida”.
En el caso del doctor Cruz, especializado en urgencia pediátrica, y actualmente enfocado en la terapia en base a cannabis, presentó un caso clínico de tricotolomanía.
“Es un trastorno de los impulsos caracterizados en la compulsión de arrancarse el cabello de una forma recurrente, causando una notable pérdida de cabello y creciente tensión previa a la conducta”, indicó el doctor Cruz en su presentación. La tricolomanía “es una sensación de gratificación y goce mientras se realiza la conducta, y el uno por ciento de la población adulta tiene esa patología, siendo mayormente mujeres”, agregó. “Si bien se trata con antidepresivos, benzodiacepinas y antipsicóticos, los estudios no han sido muy concluyentes”, esgrimió.
El caso presentado por Cruz fue el de Amanda, de 10 años, quien hace dos ha transitado por distintas terapias sin mayores resultados.
La madre de Amanda también estuvo presente, y presentó el caso de su hija comentando que “era una niña completamente normal… al principio no entendíamos nada, un día la vimos con sus pestañas larguísimas y al otro día no tenía ninguna”, comenzó. “Fuimos al oftalmólogo, le hicieron examen y no había infección, por lo que nos derivaron a un dermatólogo comenzaron a aparecer pelones en su cabeza”, agregó.
“Jamás pensamos que ella era quien se provocaba la alopecia”, aseguró la madre. Amanda estuvo un año con psicóloga y luego fue derivada a psiquiatra. “Comenzamos a buscar terapias alternativas, hasta que mi marido leyó sobre lo que hacía el CBD en la medicina, por lo que nos acercamos a Fundación Daya, y a Paulina Bobadilla, de MamáCultiva, quien nos invitó a tratar la patología de Amanda con cannabis”.
El tratamiento con cannabis, asegura la madre, “fue de ensayos y errores y funcionó”. En menos de tres meses, Amanda comenzó a controlar su impulsividad. “En un año no habíamos logrado nada con la medicina tradicional, y ahora, gracias al uso medicinal de cannabis, Amanda tiene un cabello en crecimiento, con éxito en el tratamiento”, puntualizó la madre.
Luego del doctor Cruz expuso el médico de Fundación Daya Región de O’Higgins y del Hospital Regional de Rancagua, doctor Diego Lagos, quien presentó sobre el Síndrome de Satoyoshi, caracterizado por espasmos dolorosos e intermitentes y que son progresivos.
Cabe destacar que este síndrome tiene poco más de 60 casos diagnosticados en el mundo, dos de ellos chilenos.
Uno de estos casos fue presentado por el doctor Lagos, quien expuso sobre el tratamiento de Anita, de 15 años, proveniente de la Región de O’higgins.
Anita tenía crisis que bordeaban entre 20 a 40 diarias. Aparte de las crisis, llegó a la pérdida total de las cejas e inició tratamiento con Prednizona y, si bien las crisis no desaparecieron, bajaron considerablemente.
Con el tratamiento, a Anita le aumentó el cabello parcialmente, pero al colegio casi no asistía. Los medicamentos le generaban una lentitud en su actuar y pensar.
Consultados sus neurólogos, empezaron a bajar las cantidades de Prednizona para comenzar a tratar sus crisis sólo con cannabis, lo que a dos meses ya le había traído excelentes resultados.
“Tengo 15 años y llevo seis meses con gotas de cannabis. Yo sabía que me podían dar crisis, pero han bajado mucho y no son tan dolorosas como antes. A mí me ha funcionado y quiero dar las gracias al doctor que me ha apoyado mucho” sostuvo Anita en el podio del Ex Congreso Nacional, ante los aplausos de los asistentes.
“Para mí fue un alivio saber que algo me funcionaba, porque después de visitar a más 15 médicos y que no me dieran respuesta o medicamentos que no me servían, ver que algo funcionó por fin, es emocionante, porque puedo hacer una vida relativamente normal: puedo salir, compartir con mis compañeros y puedo comer sin que la comida salte al suelo, puedo hacer casi todo, tengo una vida normal y todo gracias a Fundación Daya y el uso medicinal de cannabis”, puntualizó.
Intervención de MamáCultiva Chile, MamáCultiva Argentina, Cultivando Esperanza Colombia y MamáCultiva Perú
Uno de los momentos más emocionantes del Segundo Seminario Internacional de Cannabis Medicinal de Santiago se dio al final, cuando intervinieron las madres cultivadoras de la región.
Comenzó su Presidenta, Paulina Bobadilla,fundadora de la organización original en Chile, la cual surge al alero de Fundación Daya, inspirando el nacimiento de las organizaciones hermanas más allá de las fronteras de Chile. Paulina presentó el caso de su hija Javiera y cómo el cannabis ayudó en su calidad de vida frente a la epilepsia refractaria. “Llegó a tomar seis anticonvulsivos y cuál de todos con efectos colaterales más terribles, sin avance alguno. Visité más de 10 médicos, infructuosamente”, aseguró.
Fue hace casi cuatro años cuando Bobadilla se contactó con Ana María Gazmuri y comenzó el camino con cannabis para Javiera. “Lo que cinco años de tratamiento y deudas no habían conseguido, el cannabis lo logró en una semana y Javiera despertó a la vida. El cannabis nos devolvió las ganas de vivir y luchamos día a día para que se respeten nuestros derechos”, sostuvo, ante los aplausos de los más de dos centenares de asistentes.
“Necesitamos que se respete la ley, que las policías estudien un poquito y que la Fiscalía respete la ley sin borrar una coma. Es una vergüenza que quiten la felicidad y alivio que una planta fue capaz de entregar, terminando con años de sufrimiento”, indicó, denunciando además una violación a los Derechos Humanos sufridos dos días antes por un paciente de Fundación Daya Chillán, Cristóbal Sepúlveda, en un procedimiento policial ilegal, donde requisaron dos plantas de cannabis, fundamentales para su tratamiento.
Luego fue el turno de la Presidenta de MamáCultiva Argentina, Valeria Salech, quien comenzó su intervención diciendo que “vengo en representación de muchas mamás. Vengo a hablar por nuestros hijos… somos sus madres, abogadas, cocineras, sus activistas, somos todo. Defendemos lo que les hace bien. Tenemos la responsabilidad de liberar una planta que resultó ser la mejor medicina de nuestros hijos. Me enorgullece estar acá, en Santiago, porque el abrazo contenedor que me ha dado Paulina Bobadilla y Ana María Gazmuri, no me lo dio ningún médico jamás”.
Salech, quien ha liderado por ocho meses la defensa del cannabis medicinal en Argentina, movilizando a médicos, pacientes y autoridades, sostuvo que “buscamos calidad de vida y salud para nuestros hijos, y promovemos leyes que faciliten el uso del cannabis”.
Según la activista, “es muy difícil hacer esto en Argentina”, pero, por ahora, “cultivamos cannabis porque nos cansamos de los efectos adversos de los fármacos, que les trae inestabilidad motora, autoagresión, disminución y alteración visual, caída del pelo, entre otras”.
La Presidenta de MamáCultiva Argentina detalló el lobby parlamentario que han realizado en el país trasandino y aseguró que “nos reunimos con más de 30 legisladores y la primera diputada que nos recibió fue Carolina Gaillard, y afortunadamente logramos una histórica media sanción en el Congreso para el uso terapéutico del cannabis medicinal”. La presentación siguió, y Salech indicó que “hemos podido instalar el tema y cambiar la mirada hacia la planta”.
“Nuestro reclamo es al sistema de salud. No tenemos que esperar a que el médico diga que sí, somos nosotros los que tenemos que expandir nuestra conciencia y que tenemos libre albedrío. Las herramientas las trajimos al nacer no nos las tiene que dar nadie. La política tiene que representarnos y si no nos representa no es culpa de ellos, es de nosotros”, puntualizó Salech.
Al finalizar, se dio el paso a Natalia Tangarife, de Cultivando Esperanza de Colombia y a Verónica Vásquez y Carolina Rayme de MamáCultiva Perú, quienes agradecieron la instancia y se sintieron totalmente reflejadas en las historias clínicas que se expusieron en el Seminario, ya que las madres que se han organizado en torno al cannabis comparten las mismas historias de lucha y sufrimiento, frente a la indiferencia del trato hacia los pacientes en la medicina tradicional, como también la dura experiencia de los graves efectos secundarios de los fármacos convencionales.
Mirando hacia adelante
La evaluación del Segundo Seminario Internacional de Cannabis Medicinal correspondió a los organizadores.
Ana María Gazmuri, al ser consultada por su evaluación por las dos jornadas, sostuvo que “estoy profundamente emocionada con la experiencia de estos dos días de Seminario. Fueron dos jornadas impecables, de altísimo nivel científico y humano, donde cumplimos el objetivo de poder entregar información a los profesionales y estudiantes de las áreas de la salud y a pacientes, además de un mensaje de esperanza a todos quienes hoy sufren y pueden verse aliviado con el uso del cannabis medicinal. Nuestro férreo compromiso es democratizar el acceso al cannabis medicinal, y seguiremos trabajando incansablemente hasta conseguirlo, porque sin duda es un asunto de Derechos Humanos ”.
Además, la Directora Ejecutiva de Daya indicó que ya se está trabajando en el que será el Tercer Seminario Internacional de Cannabis Medicinal de Santiago, durante el próximo año.
Comentarios recientes