Fundación Daya, por invitación de la Cruz Roja Chilena, participó este sábado 14 de diciembre, en calidad de garante y facilitador, en el primer Cabildo de la Plaza de la Dignidad. En la ocasión, se logró que personas pertenecientes a la llamada “Primera Línea”, ejercieran su ciudadanía, conversando sobre el Chile que quieren. Fue un momento de calma, diálogo y ejercicio democrático, un aporte a la pacificación de los espíritus.

Santiago, 27 de diciembre 2019.- La misión de Fundación Daya es el amor compasivo, el cual es un ejercicio humano necesario que reclama acción, compromiso y trabajo colectivo. El actual escenario de convulsión social que conmueve a nuestro país, no nos es ajeno. Por eso, cuando la Cruz Roja Chilena nos invitó a ser parte del primer Cabildo de la Plaza de la Dignidad, con personas de la llamada “Primera Línea” nos sumamos inmediatamente a la iniciativa. La Primera Línea consiste en un grupo de personas que, por propia opción, toma acciones radicales y frontales en las manifestaciones. Como Fundación entendemos que, más allá de juzgarlos, son un grupo que reclama ser oído, porque en momentos como el que vive nuestro país, cada opinión debe ser tomada en cuenta.

Para nosotros, el amor compasivo es un acción que exige urgencia, actividad concreta y ser capaces de salir de la zona de comodidad. Bajo la inspiración y colaboración pacificadora de la Cruz Roja Chilena, nos pusimos a disposición, entendiendo que nuestro papel es el de facilitar ejercicios ciudadanos y ser garantes de paz y seguridad. Fueron parte también de la iniciativa, la plataforma colaborativa Buenacausa.cl, además de don Arturo Guerrero, relacionador público de la Vega Central, sin cuya ayuda hubiera sido muy difícil salir adelante con este empeño.

La actividad, realizada el sábado 14 de diciembre, convocó a cerca de 15 personas. Hay que entender el contexto de esta participación, hablamos de personas que, por sus mismas acciones, son objeto de persecución, por lo cual pusimos especial cuidado en su seguridad y privacidad. Junto a ellos, un grupo de voluntarios y personas de buena voluntad. Lejos de estigmas y estereotipos, este grupo humano fue capaz de llevar adelante un diálogo intenso, emotivo y tremendamente profundo en sus contenidos. Tal como lo imaginamos, el Cabildo de la Plaza de la Dignidad fue un ejercicio legítimo de ciudadanía comprometida. Hubo momentos de profunda emotividad, ya que hablamos de personas que, por opción o por casualidad, han estado viviendo situaciones muy extremas. Pero eso no impidió que, en cuanto a su temática, se lograran abordar temas de alcance nacional. Una inmensa preocupación por la salud pública, las pensiones, la educación y el medio ambiente, fueron parte de las temáticas que brotaron en este Cabildo.

Como Fundación nos llena de orgullo saber que fuimos parte de un acto donde lo que imperó fue el respeto y la paz con sentido social. Agradecemos a quienes nos acompañaron y llamamos a nuestra querida comunidad a unirse a este tipo de ejercicios. Son tiempos que reclaman escuchar sin prejuicios, abrazar sin esperar nada a cambio, y dar espacios para que lo que nazca de esta agitación sea un Chile fraterno y solidario.

“Quiero agradecer, esta ha sido una tremenda oportunidad, un gran privilegio para todos quienes hemos podido facilitar este proceso hoy día, para los que hemos querido escucharlos a ustedes, no queremos que otros opinen de lo que hacen o por qué están acá, si es bueno o es malo, queremos saber qué es lo que ustedes piensan y eso ha ocurrido hoy día, y eso sin duda que será un aporte tremendo, que su voz y motivaciones se entiendan con claridad, hemos escuchado todo lo que han hablado en estas mesas, pleno de sentido común y creo que el nombre de Cabildo Plaza de la Dignidad nunca estuvo mejor puesto, esto realmente ha sido un cabildo por la dignidad, la dignidad arrebatada, la dignidad usurpada, la dignidad que hoy día, sin dudas, el pueblo de Chile está dispuesto a reconquistar y para nosotros es muy importante conocer la voz de ustedes. Estamos todos muy movidos”, dijo Ana María Gazmuri, fundadora y Directora Ejecutiva de Fundación Daya al cierre de la actividad.

La productora “El Chancho de Guerra” realizó un video a partir de lo sucedido ese 14 de diciembre: