En nuestro intenso camino de años difundiendo el cannabis medicinal, hemos entendido que esta ruta no se trata sólo de la salud del cuerpo de los individuos. El contacto con numerosas comunidades y colectivos nos ha convencido de que esta lucha y esta búsqueda hablan de lograr un buen vivir.

Por eso es natural reunirnos a conversar con agrupaciones como la Cooperativa de Ahorro y Crédito Endógeno “Küme Mogen”, nombre que en mapudungun significa, justamente, “vivir bien”. Esta entidad existe desde 2013, con la idea de ser una alternativa de acceso a crédito en condiciones justas y sin lucro, para personas que normalmente no acceden a estos servicios. O incluso para gente que, siendo sujeto de crédito en el sistema financiero habitual, no están en condiciones de responder a las condiciones impuestas, en tanto las tasas de interés y condiciones de pago son de un peso insoportable.

El diálogo que sostuvimos con integrantes de la Cooperativa fue enriquecedor y por momentos emotivo. Suena raro, pensando que la temática era inicialmente, el acceso a crédito y consideraciones económicas. Pero en el curso de la conversación, (realizada en círculo, sin un expositor monopolizando el habla, sino que todos los presentes compartiendo la palabra), a poco andar quedó claro que el tema era el modo de vivir que se necesitaba. Lo monetario es sólo una parte de las necesidades a suplir. Lo que se necesita es acceder a beneficios sin tener que convertirse en víctimas de un sistema financiero insensible a las necesidades profundas. Y queda claro que este tipo de orientación no se logra sólo con la gestión de una empresa, sino que es mucho más auténtico y humano cuando son iniciativas colectivas, de mutua ayuda, las que se convierten no sólo en apoyo financiero, sino que éste es expresión de solidaridad.

En ese sentido, la visión de Küme Mogen está en absoluta sintonía con los objetivos de Fundación Daya. Ante la urgencia de solventar dificultades ineludibles, el camino de la cooperación basada en un sujeto colectivo, es clave para lograr esa meta. Y no sólo en cuanto a ayudar a quien lo necesite, sino que en tanto las personas involucradas establecen un compromiso de avanzar en unidad construyendo un bienestar comunitario.

Agradecimientos a Jorge Huichalaf, presidente, y Vicente Painel, secretario y todas las personas que forman parte de este empeño. Una iniciativa definida como “endógena” establece como centro la autonomía y la autogestión como pilar de un quehacer fructífero.

Empeños como el de Küme Mogen desafían lo establecido, más aún entendiendo el inmenso poder que el sistema financiero ejerce sobre la ciudadanía. Esta postura también los aproxima al quehacer de Fundación Daya, donde también creemos que es necesario plantarse ante los paradigmas biomédicos y mercantilistas, que encierran a la salud en un cerco industrial, para levantar una alternativa diferente y efectiva.

el mate pasaba de mano en mano. Y del mismo modo, las experiencias y visiones pasaban de corazón en corazón, en una instancia que fue mucho más que un conversatorio, sino que fue un encuentro de personas en busca de lograr algo complejo pero a la vez tan accesible, si se sabe cambiar el foco: vivir bien.