Columna de la Directora Ejecutiva de la Fundación Daya, Ana María Gazmuri, publicada en «El Quinto Poder».
“TODO PARECE IMPOSIBLE, HASTA QUE SE HACE”
Nelson Mandela
Dos años han pasado desde que Fundación Daya surgiera como respuesta a la necesidad de informar y acompañar a quienes decidan incorporar en su búsqueda de salud y bienestar el uso de terapias complementarias y medicinas naturales. Aunque el abanico de terapias que consideramos valiosas para esta nueva mirada del equilibrio y bienestar es amplio y diverso, sin duda el uso de la cannabis como alternativa terapéutica ha sido lo que nos ha caracterizado, y es el principal motivo de consulta en Fundación Daya.
Frente a la realidad innegable del grave déficit de acceso a tratamientos paliativos que den alivio efectivo a diversas dolencias, y frente a la incuestionable evidencia de la eficacia terapéutica de esta antigua planta medicinal, Fundación Daya desarrolla dos grandes líneas de acción, paralelas y complementarias:
Trabajo directo con la comunidad
Esta es nuestra principal línea de acción, y representa el corazón de Fundación Daya.
Este trabajo de educación, información, capacitación y empoderamiento ciudadano nos ha permitido, en primer lugar, disminuir la desinformación que existía en relación a esta planta maestra en general, y a sus usos terapéuticos en particular.
La primera acción en esta línea de trabajo con la comunidad, fue abrir un espacio de consulta en la Fundación, en el cual acoger a los pacientes con sus dudas y necesidades. Contamos con el trabajo y compromiso de un grupo de terapeutas y médicos que atienden gratuitamente todos los días, brindando una hora de escucha amorosa y consejo profesional para iniciar su proceso a los pacientes que asisten. Más de tres mil pacientes han recibido ya una hora de orientación en Fundación Daya.
Hemos recorrido el país dando charlas y conferencias, participando en paneles, foros y encuentros en universidades, centros de salud, municipios, organizaciones sociales y comunitarias, alcanzando directamente a más de 25.000 personas, que han podido ampliar su perspectiva y, saliendo del engaño y desinformación sostenido por décadas, han podido por fin acceder a la verdadera historia de esta planta que tantos servicios le presta a la humanidad.
A raíz de esta intensa actividad informativa, fueron articulándose, de manera espontánea, diversos grupos a lo largo del país, dispuestos a transformarse en un foco de luz en sus comunidades. El espíritu Daya, que apela al amor compasivo (ese es el significado de la palabra Daya en sánscrito: amor compasivo), a la colaboración y a la empatía, fue encontrando eco a lo largo de Chile. Sin duda son los mismos pacientes y sus familias los principales agentes de transformación en este nuevo escenario.
Y comenzamos entonces con la fase de instalar capacidades concretas en esta creciente red, realizando talleres de autocultivo, por una parte, y de preparación de productos terapéuticos, como tinturas, cremas y extractos por otra. Profesionales de diversas áreas se han ido sumando a esta gran cruzada, y ya la gran mayoría de los grupos cuentan con profesionales de la salud, abogados, profesionales del área agrícola, y por supuesto, cultivadores empáticos y comprometidos que han brindado su experiencia a quienes comienzan este camino. Más de 4.000 personas han pasado por estos talleres, de los que salen sabiendo, en primer lugar, que tienen derecho a cultivar sus plantas según la normativa vigente, que permite el autocultivo para uso personal y para tratamientos médicos (artículos 4, 8 y 50 de ley 20.000) ; en segundo lugar, salen sabiendo cómo hacerlo. Son ya miles las personas que han podido aliviar sus vidas usando apropiadamente esta planta medicinal de manera doméstica, con el apoyo de su respectivo grupo. Y aunque cada grupo es autónomo, siguen algunos lineamientos generales de la Red Daya, como la gratuidad de todas las actividades (sólo se reciben aportes voluntarios), y la condición para quienes formen parte de estos grupos, de no comercializar productos en base a cannabis. Incentivar la autonomía y el ejercicio de la propia libertad es nuestro eje central.
Proyectos de Investigación
En paralelo con nuestra actividad principal de trabajo directo con la comunidad, y tomando el desafío que implica ser una fundación que pretende incidir en la realidad, transformándola para beneficio de todos sus miembros, decidimos emprender proyectos de investigación, que además beneficien directamente a la comunidad. Es así como surge el primer cultivo, desarrollado en conjunto con el municipio de La Florida, orientado a un estudio clínico con extracto de cannabis para pacientes oncológicos. Logramos el hito histórico de ser el primer cultivo legal de cannabis medicinal de Latinoamérica. Este proyecto, financiado a medias entre el municipio y Fundación Daya, está en la fase de desarrollo del fitofármaco que se utilizará en el estudio, el cual debe contar con la autorización del ISP. Dicha autorización sólo es posible cuando la sustancia a utilizar ha pasado todas las pruebas de estabilidad y estandarización necesarias, y sólo puede ser producida por un laboratorio con sus correspondientes permisos. Es así como comienza el proceso de escoger al laboratorio al cual invitar a colaborar con este proyecto. Aunque existieron otras opciones, como los laboratorios propuestos por el asesor del alcalde Carter, Dr. Sergio Sánchez, finalmente Fundación Daya optó por invitar a colaborar a Knop Laboratorios, debido a su larga trayectoria, su gran prestigio, su política de trabajar de manera natural usando la planta completa y su escala de empresa familiar, además del hecho de ser nacional. Interesante fue enterarnos que este laboratorio ya había producido fitofármacos en base a cannabis antes de su completa prohibición en Chile.
Sin duda este proyecto ha tenido un gran valor en el plano simbólico, desplazando fronteras que parecían infranqueables; ya el panorama nacional hoy es otro en relación a la información y aceptación del uso medicinal de la cannabis.
Nuestro segundo proyecto orientado a la investigación se basa en la creación de una plataforma colaborativa para desarrollar la cannabis medicinal en Chile. Participan en ella el Instituto Nacional del Cáncer, el Hospital Las Higueras de Talcahuano y el Hospital San Borja Arriarán, instituciones que desarrollarán los estudios multicéntricos para los que estará destinada esta producción. Las patologías incluidas en este proyecto son enfermedad oncológica, epilepsia refractaria, y dolor crónico no oncológico. Nuevamente contaremos con la colaboración de Knop Laboratorios y la Universidad de Valparaíso, y se suman a este gran proyecto veinte municipios; 200 pacientes de cada comuna se beneficiarán de esta experiencia participando en los estudios y recibiendo su tratamiento. Esta colaboración conjunta nos permite mantener los costos de producción del fitofármaco para estas investigaciones en niveles considerablemente más bajo que los que se encuentran hoy en el mercado internacional, y sienta las bases de futuros desarrollos de la producción nacional, fundamental frente al inminente llegada e instalación en Chile de la gran industria internacional de la cannabis medicinal, con sus elevados costos para los pacientes. Corresponde destacar el absoluto apoyo de la Ministra de Salud, Carmen Castillo, a este proyecto en particular, y hacia la temática de la cannabis medicinal en general, y la valoración que ella, como máxima autoridad de salud en nuestro país, ha mostrado hacia la labor de Fundación Daya.
El futuro: un sueño que crece
Con gran alegría podemos anunciar el Primer Seminario Internacional de Cannabis Medicinal de Santiago, organizado por Fundación Daya y MamáCultiva, orientado a profesionales de la salud, a realizarse en el Salón de Honor del ex – Congreso Nacional el 1 de diciembre de este año, con destacados exponentes científicos internacionales y nacionales. Este seminario cuenta con el patrocinio del Ministerio de Salud, de la Honorable Cámara de Diputados, del Colegio de Químicos y Farmacéuticos y Bioquímicos de Chile y de la Universidad de Valparaíso, y con el auspicio de Knop Laboratorios, Fundación Daya y MamáCultiva. Esta importante actividad, siguiendo nuestra línea de acción, es gratuita, con el objetivo de garantizar que cualquier profesional o estudiante del área de la salud interesado en el tema pueda asistir.
Como es fácil de imaginar, el sustento económico de una organización como la nuestra, empeñada en democratizar el acceso a la información y capacitación en esta área, no es un problema menor.
Por lo mismo es que estamos trabajando ya en una gran campaña de socios; muchos socios que con pequeños aportes nos ayuden a sustentar nuestra acción comunitaria, hoy basada en el voluntariado y en aportes personales de los creadores de la fundación y de algunos amigos.
Soñamos con contar con los recursos apropiados para multiplicar nuestra acción, aportando así a la construcción de una sociedad más amable y empática con aquellos que deben lidiar con difíciles patologías, extendiendo nuestras redes de ayuda.
Esperamos con ansias una sede apropiada para ampliar la atención de médicos y terapeutas, para lo cual necesitamos contar con más espacios para consultas. Hoy sólo tenemos en Santiago una consulta, y muchos profesionales queriendo brindar su atención: médicos familiares, neurólogos, psicólogos, generosos y comprometidos. Es urgente que el ministro de Bienes Nacionales, Víctor Osorio, cumpla con su compromiso de entregar en comodato un recinto para Fundación Daya y MamáCultiva a la brevedad posible: el dolor no puede esperar…Urge aliviar tanto sufrimiento evitable, tanto dolor innecesario. Vamos cambiando de paradigma, haciéndonos responsables de las necesidades de nuestra época.
Fuente: El Quinto Poder
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